El pasado viernes 26 de abril, el programa 'De viernes' de Telecinco emitió unas imágenes y declaraciones exclusivas que han generado una considerable polémica. Se trata de los testimonios de María del Monte y su pareja, Inmaculada Casal, en relación con un asalto sufrido en su domicilio. Estas declaraciones, parte de un juicio celebrado a puerta cerrada, han sacudido a las afectadas, generando un considerable malestar.
Inmaculada Casal, reconocida periodista y presentadora de 'Andalucía de tarde' en Canal Sur, expresó su profundo descontento el domingo 28 de abril durante la emisión de su programa. Casal criticó duramente al programa 'De viernes' por difundir contenido que considera extremadamente privado y sensible, argumentando que las declaraciones formaban parte de una vista judicial cerrada, cuya divulgación no solo es éticamente cuestionable, sino que potencialmente compromete la integridad del proceso judicial aún en curso.
"Nos robaron hace unos meses y ahora siento que parte de mi intimidad también ha sido robada al hacer públicas unas imágenes de nuestras declaraciones dentro de la sala de un juicio cerrado. No era una audiencia pública", declaró Casal visiblemente afectada. Enfatizó que dicha divulgación podría influir negativamente en la investigación en curso y subrayó que la revelación de tales detalles íntimos ha causado un daño considerable tanto a ella como a su familia.
La indignación de Casal no solo reside en la publicación de las imágenes y declaraciones, sino también en la naturaleza de la información difundida, cuestionando la relevancia informativa de tal contenido y etiquetándolo como puramente sensacionalista. "No creo que esas declaraciones aporten nada. Se están traspasando ciertos límites que deberían ser respetados. Los únicos que tenían acceso a esa declaración eran el juez, la fiscal y las partes involucradas", lamentó la periodista.
El abogado Joaquín Moeckel, durante su intervención en el programa, también criticó este tipo de exclusivas por los riesgos que suponen para la investigación y la seguridad de las víctimas. Moeckel se mostró crítico con la naturaleza informativa de tales imágenes y cuestionó la ética detrás de su difusión.
Ante estos hechos, Casal mostró su disgusto con Telecinco y 'De viernes', denunciando que el material que debía permanecer confidencial había sido expuesto al público sin consentimiento. Reveló además que la información divulgada era tan delicada que ni siquiera su propia familia estaba al tanto de los detalles. "Esos detalles tan escabrosos no son información, son morbo. Es algo tan íntimo que me siento indefensa", confesó Casal, quien rechazó participar en el debate sobre este tema en su programa por considerarlo inapropiado y poco ético.
Esta situación plantea serias preguntas sobre la ética periodística y los límites de la privacidad en la era de la información. La difusión de contenido obtenido de un juicio cerrado no solo plantea problemas legales, sino que también infringe el derecho a la intimidad de las personas involucradas, poniendo en jaque la responsabilidad de los medios de comunicación en la protección de los derechos individuales frente al afán de notoriedad y sensacionalismo.