Marta Riesco expone las humillaciones vividas en El programa de Ana Rosa Quintana por Antonio David Flores


Marta Riesco ha compartido en una entrevista con el programa 'Ni que fuéramos' de 'Sálvame' las intensas presiones y emboscadas que experimentó mientras trabajaba en 'El programa de Ana Rosa' tras confirmarse su relación con Antonio David Flores. Este periodo se convirtió en una pesadilla debido al comportamiento de sus propios compañeros, lo cual culminó en su despido. 
Todo comenzó cuando una revista reveló su romance. "Rogué llorando que no quería salir al plató y que solo quería seguir trabajando. Pero me dijeron que debía proporcionar información a alguien para poder decir algo en el club social, así que tuve que contarle la historia a Antonio Rossi. Y ahí comenzó todo. Al día siguiente, con la audiencia que logramos, me exigieron que ya se me tenía que ver la cara, que debía explicarlo, que bajara al plató, que no pasaba nada y que me iban a cuidar", relata Marta.


Seguidamente, narra la emboscada que le tendieron: "Bajo las escaleras, me están colocando el micrófono y Rocío Flores está como colaboradora ese día. En el rótulo se ve que ‘por fin nuestra compañera va a hablar de las últimas polémicas’ y, en ese momento, cuando voy a entrar, dicen: ‘tenemos una llamada de Olga Moreno’. En ese momento, quedo como una villana, Joaquín pide que entre con todo el mundo mirándome como si fuera el demonio. Después, Joaquín me dijo ‘ponte cara a cara con Rocío’ y me hizo la gran pregunta de si estaba enamorada de Antonio David". Marta se cuestiona por qué la hicieron pasar por esa situación tras prometerle que la cuidarían para no exponerla. "A Christian Gálvez y Patricia Pardo los cuidaron; a mí me reventaron, me expusieron al 100%. Un año después, veo esa situación y pienso: ‘qué clase de personas’. Estaba sola y me bajaron al plató sabiendo que entraría una mujer (Olga) para decir que yo era la amante y que había destrozado una familia. Lo veo y pienso: ‘esto no puede ser normal, nadie me cuidó’. Me lanzaron como si fuera Gladiator para que la gente me apedreara", denuncia claramente.


"A día de hoy pienso en esa Marta y me da mucha pena, me falló todo el mundo, solo les importaba la audiencia. A lo largo del tiempo decían que querían protegerme, pero sus acciones no coincidían con sus palabras. A veces no sabía si estaba loca. Tenía miedo de que me despidieran y solo quería hacer lo que me pedían para no irme a la calle", continúa Marta, explicando por qué se sometió a las demandas del programa. "Yo discutía y decía ‘no quiero hacer esto’ y me respondían que debía hacerlo porque le debía eso al programa. ¿En qué momento se les fue tanto la cabeza? Me hicieron una emboscada terrible, ¿quién puede soportar eso?", lamenta, al borde del llanto. "Ahora hubiera preferido que me despidieran. Debería haber dicho ‘me voy’ como hizo Alexia Rivas. Pero me dejé llevar por la idea de que si seguía el juego podría seguir trabajando. Perdí de una manera vergonzosa y repugnante", añade con pesar.


"Veía a personas sentadas en el plató que eran amigos míos inventando cosas sobre mí. Incluso me grababan momentos en los que estaba borracha y el lunes se lo daban a Ana Rosa para hacer un video sobre mi cumpleaños. Por ejemplo, Pepe del Real. Cuanto más escandalosas eran las cosas que decían, más veces los llamaban", clama Riesco. "Ninguno de mis compañeros me apoyó, me quitaron de los grupos de WhatsApp, dejaron de invitarme a fiestas y dejaron de hablarme. No entendía la animosidad de Joaquín Prat, con quien me llevaba muy bien, compartíamos fiestas y bromas. No entendí ese odio hacia mí, era inexplicable. Un día me dijeron ‘tienes que entrar en directo’ y de repente Joaquín Prat me dijo: ‘qué pasa, que no te funcionan las neuronas’. Y yo pensaba: ‘pero esto lo está diciendo en directo y nadie le dice que me hable con más respeto'", recuerda y critica Marta Riesco.



Marta Riesco desvela un episodio soez con Lequio fuera de cámaras

A continuación, ha revelado un episodio sórdido con Alessandro Lequio: "Lequio estaba loco diciéndome de todo. Un programa que se suponía que era blanco. Me llegó a preguntar si llevaba el chirri depilado durante una publicidad y delante de Joaquín. Y yo: ‘¿perdona?’. Y él decía: ‘es que solo me acuesto con chicas que no lo tienen depilado. ¿Verdad, Joaquín?’ Y la gente se callaba".


En este contexto, Marta Riesco tacha de "malas personas" a Joaquín Prat, Alessandro Lequio, a compañeras de redacción, a su director y a Miguel Ángel Nicolás, quien dejó de hablarle de la noche a la mañana. "¿Las llamadas que he recibido de Miguel Ángel Nicolás? Ninguna, jamás, ni un mensaje ni una llamada. En ese tiempo él era como mi padre, y después ni una llamada. Me llega la carta de despido y deja de hablarme. ¿Qué le hice? ¿Qué os hice a todos?".


"¿Por qué me despidieron? ¿Era una mala trabajadora? ¿Por qué me habéis vetado y os habéis asegurado de que nadie me llame? Me despidieron porque ya no les servía, estaba vetada, no podían sacarme y ya no podía volver a la normalidad (como reportera). Cruzar una línea y no puedes volver atrás", continuó su relato, señalando la "falta de empatía" de la productora de Ana Rosa al enviarle una carta de despido que recogió su madre en casa. A partir de ahí, inició una batalla legal contra la compañía.


En resumen, Marta Riesco ha compartido una profunda y amarga experiencia de traición, abuso y falta de apoyo en su ambiente laboral, destacando el impacto negativo de la exposición pública y la manipulación mediática en su vida personal y profesional.